Los trabajadores de la Factoría de Sevilla de Santa Bárbara Sistemas queremos denunciar ante la opinión pública la situación que atraviesa nuestra empresa y el brutal ERE que nuestra propietaria, General Dynamics, nos quiere aplicar a más del 50 por ciento de la plantilla a nivel nacional, que afecta a 693 de 1.335 trabajadores en total.
Santa Bárbara se creó a partir de las Maestranzas del Ejército en 1961 en el seno del INI, hoy SEPI, con fábricas de armas de 200 y hasta 500 años de antigüedad. En 2001 el gobierno de Aznar la pone a la venta, alegando su inviabilidad por sus constantes pérdidas; uno de sus mayores males, según se dijo, era depender de un cliente único, el Ministerio de Defensa.
Santa Bárbara se creó a partir de las Maestranzas del Ejército en 1961 en el seno del INI, hoy SEPI, con fábricas de armas de 200 y hasta 500 años de antigüedad. En 2001 el gobierno de Aznar la pone a la venta, alegando su inviabilidad por sus constantes pérdidas; uno de sus mayores males, según se dijo, era depender de un cliente único, el Ministerio de Defensa.
General Dynamics mostró un inusitado interés en su adquisición, que finalmente logró frente a un consorcio alemán competidor por un precio irrisorio, seis millones de euros, mucho menos de lo que costó al Erario Público entregársela saneada (algo tuvo que ver la foto de las Azores), además con una dote de sustanciosos contratos con el Mº de Defensa en marcha, contratos que han permitido a Santa Bárbara sobrevivir hasta hoy.
A nuestro patrón americano se le acabó el interés, una vez logrado su objetivo. Nunca cumplió sus compromisos (inversiones, tecnología, nuevos productos y suficientes contratos diversificando el mercado, entre otros) que garantizarían el 100% de ocupación en todos los centros de trabajo. Al cabo de doce años, su aportación más significativa ha sido un sistema de control exhaustivo del gasto que le permitiera ganar tiempo con los recursos heredados. Su política industrial desde la adquisición ha consistido en desmantelar Santa Bárbara vendiendo centros y reduciendo plantillas más o menos solapadamente y si no ha conseguido más ha sido por la fuerte oposición de los sindicatos.
Hoy, cuando el último gran contrato con el Mº de Defensa ha concluido (el carro Leopard), aprovechando las facilidades que le brinda este Gobierno, de nuevo del Partido Popular, y con la excusa de la inviabilidad (provocada al incumplir sus compromisos y mantener tanto el cliente único como la misma estructura industrial y de gestión, incluyendo a los gestores, que nos hizo inviables como empresa pública, alegan), cuando hay que poner los dólares que nunca han puesto, General Dynamics nos da el hachazo definitivo imponiendo este ERE brutal y los ERTE subsiguientes y el cierre y venta de centros, además, de nuevo por un precio irrisorio.
De cumplirse los designios de General Dynamics, Santa Bárbara, con la anterior venta de Murcia, la venta ahora de Palencia, el cierre de Oviedo (primero cerraron la fábrica, ahora extinguen la plantilla), el cierre de A Coruña y la drástica reducción de plantilla, quedaría reducida a Trubia y Sevilla, con Granada y Madrid bajo mínimos (prácticamente la pretensión del consorcio alemán y por el que perdió la adjudicación), insignificante para un posible consorcio europeo de Industrias de Armamento (como el que salvó a Construcciones Aeronáuticas). Y eso contando con que dentro de poco y con la misma excusa no nos cierren definitivamente. Impedir ese consorcio era y es el verdadero objetivo de General Dynamics (o por encima de ella) y están a punto de conseguirlo.
La mayor industria de armamento de España no puede ser considerada por el Gobierno como una empresa más, es industria estratégica, y las primeras declaraciones del Ministro de Defensa de considerar esta decisión como soberana de una empresa privada nos llena de desazón. En manos del Gobierno está decidir si España sigue teniendo industria de armamento propia o nuestro Ejército tendrá que aprovisionarse en el futuro exclusivamente del mercado exterior.
Los trabajadores de Santa Bárbara estamos y seguiremos luchando por nuestros puestos de trabajo, por nuestra Empresa, tan nuestra o más que de esos gestores incapaces que no han conseguido sino hundirla a lo largo de su historia. Al igual que en su momento también luchamos, en la medida de nuestras posibilidades, por obtener contratos que nos dieran carga de trabajo.
Comité de Empresa Santa Bárbara Sistemas
Fuente: Comité de Empresa Santa Bárbara Sistemas