Hoy hace apenas 30 años, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó del catálogo de enfermedades mentales la homosexualidad. Es por ello que la Confederación General del Trabajo (CGT) lo reivindica desde la disidencia global, no dejándose llevar por la agenda de los gobiernos, ni los medios de comunicación, ni su alerta sanitaria por el COVID19; CGT tiene muy claro que hoy y siempre, todas las disidencias del capitalismo heteronormativo, hacen frente al sistema desde las trincheras de su libertad. Y por eso, hoy, conmemoramos que hace apenas 30 años, se dejó de considerar públicamente la homosexualidad, y por ende, el lesbianismo, la bisexualidad, la transexualidad, la intersexualidad, declararse queer… como una enfermedad mental. Y lo debemos celebrar cuando nuestro bien más preciado es la libertad.
A día de hoy, todavía no podremos tomar las calles, como trata de hacerlo el fascismo del pensamiento único heteronormativo, para encontrarnos, abrazarnos, besarnos o ejercer nuestra libertad. Seguimos en la clandestinidad, censuradas, multadas, invisibilizadas, agredidas, violentadas y asesinadas. Pero nuestra libertad y nuestra voz supera sus muros, y aunque seguimos resistiendo y disidiendo todos los días; hoy más que nunca, alzamos nuestra voz públicamente para repetir que no somos enfermas mentales, ni sujetas de marginación, ni mucho menos objeto de violencia o discriminación laboral. Ejercemos nuestra disidencia sexual de forma voluntaria, contra el fascismo, contra el capitalismo y el patriarcado. Somos internacionalistas y recordamos a todes les compañeres que a día de hoy siguen siendo señaladas, recluidas, procesadas y asesinadas; también en el Estado Español. Reinventamos el lenguaje, los esquemas sociales y nuestras vidas, no aceptamos más restricciones que las de nuestra libertad. Y sin embargo, nuestra resiliencia es más potente que vuestra represión moral, legal y violenta.
También rechazamos la mercantilización de nuestras vidas en días señalados como la feria del Orgullo o Estados genocidas como Israel que tratan de mercadear con el “poder rosa”. Si salimos del armario y millones de compañeras perdieron sus vidas a manos de la heteronormatividad patriarcal y capitalista es porque no vamos a dar ningún paso atrás en la defensa de nuestros derechos y nuestras vidas.
No solo somos no somos enfermes mentales, somos personas y ciudadanes de pleno derecho. Pero nuestra disidencia va más allá, venimos a dinamitar que el dicotomismo sexual hombre-mujer sea quien vertebre el orden social y económico; y a problematizar el pensamiento único. Nacimos diversas y libres y así queremos seguir viviendo, ejerciendo y exigiendo respeto y libertad.
Y cuando podamos salir organizadas a la calle, seguiremos saliendo, visibilizándonos, exigiendo respeto y libertad, desde la disidencia de nuestros cuerpos, nuestro género y nuestra sexualidad.
#CGT #Rompiendoelsilencio contra la #LGTBfobia.
Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT