La manifestación de ayer en Madrid, que se celebró simultáneamente en otras 60 localidades de todo el Estado convocadas por la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS) y apoyadas por todo tipo de organizaciones sociales y sindicales, comenzó con incidentes y represión policial, provocados por la Extrema Derecha. Finalmente se saldó con la detención de un compañero de CGT.
Un reducido grupo de indeseables de ideología neonazi se presentó en el lugar de comienzo de la manifestación, junto a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, con la intención de provocar, intentando mezclarse en medio de la manifestación. Los convocantes les identificaron inmediatamente y fueron expulsados entre abucheos por la multitud al grito de “fuera fascistas de nuestros barrios”.
Los elementos de extrema derecha mostraban simbología fascista y se identificaban como parte del grupo de Bastión Frontal, conocidos por participar en el reciente homenaje a los nazis de la División Azul. Entre ellas se encontraba alguna de las caras conocidas que protagonizaron aquel deleznable acto de apología del Holocausto, consentido y amparado por el Estado.
Al comienzo de la manifestación prevista para las 12:00 de la mañana y cuando la cabecera tomaba la calle Alcalá, observamos con indignación como la Policía permitía de nuevo que los neonazis volvieran a incorporarse a la parte trasera de la manifestación, convenientemente protegidos y escoltados por la Policía Nacional, en un ejemplo más de connivencia y complicidad entre las FCSE y los grupos de Extrema Derecha.
Ante la inacción de la Policía, un grupo de activistas de las diferentes organizaciones convocantes, entre los que se encontraba varios militantes de CGT formaron un cordón de seguridad para evitar que los nazis se pudieran acercar a la manifestación. La reacción de la policía fue proteger a los nazis, mientras ellos lanzaban sus mensajes de odio y hacían el saludo fascista. Los responsables de la policía alegaban “proteger el derecho de manifestación de todo el mundo”, en lugar de expulsar al grupo que suponía una amenaza para la seguridad de una manifestación comunicada convenientemente en tiempo y forma.
Como todo el mundo ha podido ver por los medios de comunicación, la actuación del cordón de seguridad de la manifestación fue correcto en todo momento, pero la policía cargó con empujones y golpes sobre los manifestantes, en un nuevo ejercicio de represión contra los movimientos sociales, que se saldó con un detenido, nuestro compañero Santiago de la Iglesia S. General del Sindicato de Oficios Varios del Sur de Madrid de CGT. Que fue llevado a las dependencias de la Unidad de Información de la Policía Nacional en Moratalaz.
La reacción de las compañeras de la manifestación, fue rápida y sin titubeos fruto de la indignación generalizada por la injustificable actuación policial. Lejos de amedrentarnos se plantó cara al fascismo y la represión policial. Lo que sin duda evitó que se produjeran nuevas detenciones y los neonazis fueron finalmente expulsados de la manifestación.
Desde CGT inmediatamente se hizo público un comunicado y se puso en marcha nuestro equipo jurídico. Y a las pocas horas nuestro compañero salió en libertad con cargos.
Al mismo tiempo todo tipo de organizaciones sociales mostraban su apoyo y solidaridad. Hoy le ha tocado a nuestro compañero, pero podría haber sido a cualquiera de las que estábamos allí. El comunicado de la Coordinadora Antiprivatición de la Sanidad, explicaba lo sucedido con posterioridad, sin que quede lugar a dudas de la realidad de los hechos.
Desde CGT condenamos la actuación y represión policial y exigimos que sean retirados los cargos de “Resistencia y Desobediencia” que se le imputan a nuestro compañero.
Del mismo modo desde el Sindicato de Oficios Varios del Sur de Madrid señalamos la actitud de los uniformados a las órdenes del Delegado de Gobierno en Madrid, ante la infame actuación de las FCSE y su connivencia y complicidad con la Extrema Derecha. Igualmente denunciamos la escalada represiva del Estado, su “democracia plana” y la deriva autoritaria a la que nos enfrentamos, con Marlaska a la cabeza del Ministerio del Interior, en uno de los periodos más represivos que hemos vivido en los últimos años en el Estado Español. Cacheos y detenciones por perfil racial, limitaciones a los derechos fundamentales de reunión y manifestación, así como a la libertad de expresión, cargas indiscriminadas, mutilaciones y denuncias por malos tratos a las detenidas, y ahora detenciones a sindicalistas en defensa de los derechos de las trabajadoras de la Sanidad Pública y contra las privatizaciones. Mientras los neonazis reciben palmaditas en el hombro y escolta policial. Esto fomenta un caldo de cultivo de previsiones impredecibles.
No podemos aceptar que se normalice el discurso fascista, mientras la extrema derecha con traje siembra el odio desde las instituciones de un Estado vendido al capital, y sus cachorros neonazis vienen a provocarnos en las convocatorias de los movimientos sociales.
“Al fascismo no se le discute, se le destruye”. Y le plantaremos cara en las calles y en los centros de trabajo, mientras defendemos los servicios públicos y universales, como el de la Sanidad.
Ha quedado patente que debemos estar organizadas y asumir que las amenazas fascistas pueden llegar en cualquier momento. Y nadie mejor que nosotras para autodefendernos y cuidarnos desde los principios de la solidaridad, el apoyo mutuo y la autogestión.
Queremos aprovechar la ocasión para dar las gracias por todas las muestras de apoyo recibidas en las últimas horas, desde todo tipo de organizaciones sociales. Desde el convencimiento de que en las calles todas estamos unidas contra el fascismo, sin distinción de procedencia.
¡¡Si tocan a una nos tocan a todas!!
Fuente: CGT - Sindicato de Oficios Varios del Sur de Madrid