CGT visitó el Campamento de Refugiados Saharauis con motivo del 50 aniversario organizado por la UNMS (Unión Nacional de Mujeres Saharauis.
Con motivo de esta celebración, Alicia Ruiz estuvo en Tinduf en representación de CGT. Además, visitó otras instituciones para estrechar lazos entre el sindicato y los Campamentos de Refugiados. A continuación, su crónica de este viaje
En este viaje a los Campamentos de Refugiados Saharauis en Tindouf se han llevado a cabo varias acciones. Para comenzar, aceptar la invitación y participar en este acto, nos ha abierto la posibilidad de participar en próximas ocasiones. La experiencia ha merecido la pena, este aniversario se ha celebrado con un gran número de organizaciones, procedentes de Brasil, USA, Portugal, Mauritania, Alemania, Tanzania, Argelia, Zimbabwe, Sáhara y del Estado español. De esta manera, hemos podido compartir propuestas, espacios y hemos coincidido en el papel fundamental que cumplen las mujeres en los Campos de Refugiados Saharauis desde hace ya cincuenta años.
Lo que en un principio se creía una situación de emergencia complicada pero mucho más cercana de lo que la realidad ha demostrado, dejando por el camino un derroche de injusticia y abusos de unos gobiernos sobre otros.
El objetivo principal de todas las delegaciones participantes ha sido el de apoyar y dar eco en nuestras organizaciones, y lugares de procedencia, la importancia vital y el derecho de este pueblo para decidir sobre su futuro y autodeterminación.
En las diferentes conferencias y talleres este objetivo ha ido tomando fuerza, siendo unánime la decisión de juntar propuestas y esfuerzos para conseguir que el pueblo saharaui tenga un referéndum, y el derecho a ser reconocido como un pueblo libre. Las mujeres saharauis, una vez más, han sido un ejemplo de que la resistencia requiere de mucha más fuerza que otro tipo de lucha. Nos hemos contagiado las unas de las otras de razones, energías y reconocimientos. Hemos puesto nombre y cara a nuestro enemigo común más poderoso, y al que hay que hacerle frente en cualquier rincón del mundo, que se llama CAPITALISMO.
Hemos organizado un plan de trabajo y vamos a seguir en contacto para hacer un seguimiento de las próximas actuaciones. Desde cada delegación tuvimos la palabra para mostrar nuestro apoyo al trabajo realizado por la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y agradecer la invitación para celebrar los 50 años de esta organización.
Por otro lado, desde CGT, también realizamos las siguientes acciones:
En Bojador, entregamos material de lanas y algodones a las artesanas locales, quienes quedaron muy agradecidas, y sobre todo, sorprendidas, pues no se lo esperaban, porque como nos comentaron “en muchas ocasiones las que vamos allí, nos olvidamos de lo que hemos dicho, cuando estamos aquí».
Se visitó el colegio de secundaria, donde se entregaron libros de texto, material escolar, libretas, archivadores, bolígrafos y cuadernos pedagógicos dirigidos al profesorado. Además, se realizó una demostración de juegos de mesa tanto para el profesorado como para el alumnado, actividad que resultó ser todo un éxito.
Posteriormente, en una reunión con el director del centro, se conversó sobre la posibilidad de desarrollar un proyecto relacionado con los juegos y la educación. La idea generó interés, y actualmente se está trabajando en ella en colaboración con algunas editoriales que han mostrado su apoyo.
También se visitó la escuela de infantil, donde se dejó material escolar y juegos, reforzando el compromiso con la educación en diferentes niveles.
El intercambio cultural también tuvo lugar, entregando cartas del colegio de Quéntar a la escuela de secundaria y trayendo las respuestas de vuelta. Además, se están gestionando los trámites para hermanar el colegio de Quéntar con la escuela de Smara.
Esta experiencia fue enriquecedora y nos permitió reforzar la colaboración internacional en la lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui. Nuestra organización, CGT, fue la única delegación española presente de forma independiente, reafirmando su compromiso con esta causa. El trabajo realizado fue intenso pero muy satisfactorio, destacando la inspiradora fuerza y determinación de las mujeres saharauis.