El pasado fin de semana un grupo de compañeros nos desplazamos a la factoría para colocar los carteles de pre-campaña con nuestra propaganda. Los colocamos en vestuarios, áreas de descanso y lugares de paso, siempre respetando las instalaciones y demás áreas de la factoría.

Nos preguntábamos cuanto tiempo iban a durar, pero cual seria nuestra sorpresa cuando nos enteramos que esa misma noche los talibanes de la intolerancia ya se encargaron de quitarlos.

Parece ser, nos dicen, que y los cipayos de la mayoría sindical estaban de acuerdo en que dicho cartel era inapropiado e incluso rayaba una cierta similitud a la propaganda yihadista.

Nos preguntábamos cuanto tiempo iban a durar, pero cual seria nuestra sorpresa cuando nos enteramos que esa misma noche los talibanes de la intolerancia ya se encargaron de quitarlos.

Parece ser, nos dicen, que y los cipayos de la mayoría sindical estaban de acuerdo en que dicho cartel era inapropiado e incluso rayaba una cierta similitud a la propaganda yihadista.

Pues nada más lejos de la realidad, dado que el cartel es bastante expresivo y manifiesta a simple vista la asfixia e impotencia que sienten muchos compañeros de la cadena ante los ritmos de producción y la inoperancia en ese sentido de quienes ostentando la mayoría del comité, deberían de defenderles de dichos abusos. Si alguien se ha molestado o se ha sentido aludido, pudiera ser que sus remordimientos les haya agitado la conciencia.

Nuestro lema es una pregunta y una respuesta. ¿Hasta cuando vas a aguantar? La respuesta bien podría ser: Hasta el próximo día 17 de febrero. Si quieres puedes cambiarlo.

CRÍTICOS,DIFERENTES…SOMOS NECESARIOS



Fuente: CGT-MEMQ Valencia

El cartel de la discordia