Para ello, proponen medidas de formación, otras formas del reparto del trabajo y la aminoración de los ritmos de producción.
Ante el anuncio de algunos fabricantes de automóviles de la aplicación de medidas traumáticas como despidos por la situación del mercado automovilístico, la CGT del metal y la Coordinadora del auto rechaza dichas decisiones y emplaza a las demás centrales sindicales a enfrentarse a esta situación.
La CGT exige a las empresas que aporten ahora una parte de los escandalosos beneficios obtenidos en los últimos años, fruto del abaratamiento de los salarios con dobles escalas y los elevados aumentos de productividad que han sido precisamente causa de la actual situación.
Igualmente denuncia la actuación de las multinacionales en la aplicación de estrategias de producto y de mercado que han tratado a la industria española como conejillos de indias en modelos que han fracasado estrepitosamente, como el Modus de Renault o el nuevo Toledo de Seat.
También valoran como inaceptable que las medidas se apliquen a la primera de cambio, cuando los resultados económicos globales de la mayoría de las multinacionales siguen siendo de abultados beneficios, como es el caso del Consorcio Volkswagen que acumula continuamente records de ventas y beneficios.
Igualmente expresan como inaceptable que las multinacionales quieran aprovechar el momento actual de mercado para aumentar la flexibilidad. La CGT acusa directamente a la flexibilidad actual, conjuntamente con los aumentos de productividad, como elemento causante de una parte importante de los excedentes de plantilla. Siendo la actual situación de General Motors un claro ejemplo, además de otras empresas del sector.
En las propuestas de CGT se introducen cuestiones concretas como el aprovechamiento de los días de inactividad para la formación real de las plantillas que generará mayor valor añadido para el futuro, la humanización de los ritmos de trabajo que causan estragos en la salud de los trabajadores y trabajadoras o la investigación y la fabricación de modelos ecológicos, sin combustibles emisores de CO2 que pueden asegurar el empleo actual y futuro así como ayudar a solucionar el problema medioambiental.
En definitiva la CGT rechaza los planteamientos de las empresas, les exige el pago de la crisis actual con los grandes beneficios acumulados en los últimos años y emplaza a los demás sindicatos a enfrentar esta situación con valentía, rechazando conjuntamente las posiciones radicales de las multinacionales.
Fuente: Federación de Sindicatos de la Industria Metalúrgica de la CGT