El Gobierno vuelve a poner en primer plano el tema de ‘la crisis de las pensiones públicas’. Nos dice que las pensiones públicas no se pueden sostener, que no habrá dinero para financiarlas en el futuro. Y añaden que para ‘mantener’ las pensiones públicas en el futuro, para que sean viables, hay que empezar por ‘racionalizarlas’ desde ahora.

Este discurso empezó hace mucho (en Chile con Pinochet en 1973; en el estado español ya en 1985/88; y el Banco Mundial presentó un informe muy importante en 1994) y ha continuado todo el tiempo hasta ahora: los Pactos de Toledo desde 1995 con sucesivas rondas. La última reforma, y probablemente la más drástica, fue en 2011. No les basta con eso, y en 2013 el gobierno, después de montar una Comisión de expertos para que éstos digan cómo seguir racionalizando las pensiones públicas, presenta ahora una nueva propuesta de reforma.

Este discurso empezó hace mucho (en Chile con Pinochet en 1973; en el estado español ya en 1985/88; y el Banco Mundial presentó un informe muy importante en 1994) y ha continuado todo el tiempo hasta ahora: los Pactos de Toledo desde 1995 con sucesivas rondas. La última reforma, y probablemente la más drástica, fue en 2011. No les basta con eso, y en 2013 el gobierno, después de montar una Comisión de expertos para que éstos digan cómo seguir racionalizando las pensiones públicas, presenta ahora una nueva propuesta de reforma. No es verdad que el tema de las pensiones tenga que ver con la crisis. Los poderes políticos y económicos están planteando el tema de las pensiones mucho antes de la crisis actual.

Ahora, aprovechando la crisis, quieren forzar todavía más  la marcha. Además, “El sacrificio, por otra parte, es más fácil de aceptar en tiempos comprometidos que en medio de la bonanza” (frase del primer informe de los ‘expertos’ de 2013, desaparecida en su versión final). Por primera vez en la historia reciente, se han atrevido a plantear la reforma de TODAS las pensiones, no sólo las de los pensionistas futuros sino también las de los pensionistas presentes.

Sistemas de pensiones

Es sabido que hay varias formas de financiar las pensiones:

·el sistema de reparto. Las cotizaciones  de los trabajadores financian cada año las pensiones a pagar. El dinero entra y sale sin que se acumule en ningún lugar. Es la forma más frecuente de financiar las pensiones públicas en la mayoría de los países. Este sistema permite la solidaridad entre distintos grupos de trabajadores. El trabajador sabe cuánto cobrará cuando se jubile según las leyes existentes (prestaciones definidas).

·el sistema de impuestos. En algunos países las pensiones se pagan financiadas por los impuestos generales. No hay cotizaciones para las pensiones, sino que su financiación corresponde a los ingresos públicos en general.

·el sistema de capitalización. Las pensiones se financian mediante aportaciones que hacen los trabajadores a los bancos o a las aseguradoras. Los trabajadores van cotizando regularmente mientras están en activo y los fondos se van acumulando. La entidad financiera que recibe los fondos negocia con ellos en los mercados financieros y, llegada la fecha de su jubilación cada trabajador dispone de los fondos que ha puesto y lo que han aumentado o disminuido en su cuenta. En el momento de la jubilación se puede optar por cobrar todo el importe acumulado o recibir una pensión periódica que el banco calcula en función de la esperanza de vida. El trabajador sabe cuánto pone, pero no lo que cobrará pues depende de a cuanto llegue su fondo (contribuciones definidas). Cada trabajador recibe lo que da de sí su fondo, no cabe la solidaridad.

El ‘problema’

Se afirma que las pensiones públicas están en crisis. Porque:

1.Crece el número de ancianos, las personas vivimos más y, por tanto, → hace falta más dinero para financiar más pensiones

2.Disminuye el número de trabajadores activos → disminuyen los cotizantes. Se recauda menos dinero para pensiones

Nos dicen que , por esto, no habrá dinero para pagar las pensiones públicas. Cunde la alarma social.

Las ‘soluciones’ recientes

La reforma de 2011 dijeron que era la más profunda de los últimos 30 años (para durar). Todavía no ha entrado plenamente en vigor y en 2013 ya vuelven a establecer nuevas reformas.

Aunque desde 1998 ya se estaba planteando el tema de las pensiones públicas por los gobiernos, las medidas más recientes consisten en:

·Los Pactos de Toledo: 1995 y sus tres rondas

·La reforma de 2011

·2013: La Comisión de expertos y la propuesta de septiembre. El gobierno nombró una comisión de expertos para que le asesoraran en la reforma y sobre la base del Informe de esta comisión han elaborado su propia propuesta que quieren aprobar este mes. ¿Qué credibilidad tiene esta Comisión? De 12 personas: 9 son altos empleados de banca o aseguradoras, algún catedrático (1 a propuesta de UGT), 1 técnico de CC.OO (que apoyó la propuesta)

Las propuestas

La propuesta principal: Aplicar al cálculo de las pensiones el factor de sostenibilidad. Ya anunciado en 2011 para 2027, pero ahora se aplicará inmediatamente.

Dos componentes:

·FEI (Factor de Equidad Intergeneracional): Afecta sólo a los nuevos pensionistas. Regirá a partir de 2019. Se aplica una única vez a los nuevos jubilados en el cálculo de su primera pensión, partiendo de que la esperanza de vida aumenta y para que no cobre más que los jubilados anteriores se hace variar (disminuir) la pensión inicial en relación con la esperanza de vida teórica calculada. Para ello se multiplica la pensión inicial, con la que los nuevos jubilados entrarían en el sistema, por un Factor de Equidad Intergeneracional de las nuevas pensiones de jubilación, que resulta de dividir la esperanza de vida de los que han entrado en el sistema con una edad determinada en un momento anterior a (2019), entre la esperanza de vida de los nuevos jubilados que entran con la misma edad pero en un momento posterior (2020…, 2050…). Como se supone que la esperanza de vida crece, siempre el resultado es inferior a 1, lo que supone la disminución de la nueva pensión. Es decir, todos los nuevos jubilados verán reducido el importe que cobraran de la pensión por cada año que se retrase la jubilación. Como se espera que vivas más, cobras menos. Los que se jubilen a partir de 2040 perderán de entrada un 15-20% de su pensión. Para convencer (manipular) a la opinión pública añaden que esta pérdida ‘se puede compensar’ si suben otras variables’ ¿Cuáles, por cuánto, cuándo?

·FRA (Factor de Revalorización Anual): afecta a TODOS los pensionistas. (cálculos según ciclo: 11 años) El objetivo es garantizar el equilibrio presupuestario del sistema contributivo de la Seguridad Social a lo largo del ciclo económico. El Factor de Revalorización Anual garantiza que nunca hay déficit ni superávit en el presupuesto de pensiones (el saldo presupuestario del sistema (I*-G*) converge a cero). Se trata de utilizar otras fórmulas de actualización de las pensiones frente a la actual que consiste en utilizar el IPC anual y aplicarlo a la revalorización de las pensiones. Se elimina la revalorización por el IPC Y se establece una nueva fórmula de actualización, el FRA, aplicable a todas las pensiones, se calculará en función de combinar una serie de variables como el crecimiento de los ingresos, el número de pensiones, el efecto sustitución (derivado de que los pensionistas que entran anualmente en el sistema lo hacen con pensiones distintas de los que salen), así como de la diferencia entre ingresos y gastos del sistema de pensiones, y otras variables.

Como este cambio va a suponer una pérdida para todas las pensiones, para lograr la aceptación de los agentes sociales y la opinión pública se fija un suelo para la revalorización mínima – un 0,25% en los momentos de dificultades económicas o recesión – y un techo máximo del IPC más el 0,25% en etapas de crecimiento. Pero ahora, y seguramente por bastantes años, vivimos una etapa de fuerte recesión y altas tasas de paro, por lo que los ingresos de las cotizaciones no se van a recuperar y la fórmula revalorizará las pensiones sólo el mínimo. El FRA supondrá, en realidad, prácticamente la congelación de las pensiones, y una pérdida de su capacidad adquisitiva, porque se revalorizará muy por debajo del IPC.

La propuesta de un aumento del 0,25% de suelo no es más que un intento de enmascarar la reducción del valor real de las pensiones para manipular la opinión pública y facilitar la aceptación del nuevo sistema.

Las trampas de estos argumentos

Estas propuestas vienen justificándose desde hace muchos con argumentos como los señalados y algunos otros de carácter secundario. ¿Hasta dónde son válidos? Hay muchos aspectos a comentar que muestran que estos planteamientos son mucho más fruto de opciones políticas, ideológicas y económicas que realidades indiscutibles. Vamos a repasar algunos de los aspectos que señalan para poder constatar sus muy importantes debilidades:

¿Por qué tiene que estar equilibrado el presupuesto de las pensiones o de la Seguridad Social y no los demás apartados del gasto público: judicial, ejercito, exteriores, la Casa del Rey, etc?. Si las pensiones las han de financiar sólo los pensionistas, ¿cuándo van a financiar los militares el ejército, los diplomáticos el Ministerio de Exteriores, los monárquicos la Casa del Rey? Esta es una opción histórica y ahora puramente arbitraria.

El número de trabajadores no importa, importa la riqueza que producen. Si menos trabajadores producen más, y esto sucede permanentemente en el capitalismo actual, no hay problema. A medida que un país produce más puede financiar más pensiones aunque haya menos trabajadores. Por ejemplo, si 50 trabajadores producen 100 se pueden repartir 2 por persona; pero si 20 trabajadores, producen 180 se podrán repartir hasta 9 por persona. El número de trabajadores no es la cifra relevante, sino el total de la producción. ¿No será que lo que está mal es el reparto de la riqueza producida y no el bajo número de trabajadores? La financiación de las pensiones es un tema de la distribución de la riqueza social, no del número de trabajadores.

Porque la trampa más grande es plantear el tema partiendo de que las pensiones se tienen que pagar sólo con las cotizaciones de los trabajadores. La riqueza es un producto social y toda la sociedad tiene que cooperar para mantener a los ancianos. Los ancianos de hoy son los que han generado la riqueza de la que hoy disfruta toda la población, ¿por qué les tienen que mantener sólo los trabajadores en activo? Ya hemos visto que en algunas sociedades las pensiones se pagan con impuestos (que paga toda la población) en lugar de con cotizaciones.

¿Cuánto cuestan las pensiones? El gasto en pensiones públicas en España según Eurostat era del 9,01% en 2007, mientras que en la eurozona era del 12,2%; en 2010 el porcentaje de España ‘aumentó’ al 10,7% cuando en la eurozona era de 13,4%7; pero en algunos países como Francia (14,4%) y Austria (15,%) en 2010 el porcentaje es considerablemente mayor.

Además, ¿cuánto déficit tienen las pensiones? Hasta 2012, con toda la crisis, las pensiones no sólo no han tenido déficit sino superávit, que ha contribuido a disminuir el déficit del Estado y a acumular un importante Fondo de Pensiones de unos 65.000 millones de euros. En 2012, con 6 millones de parados y un mercado laboral de baja cotización han tenido un pequeño déficit – alrededor de 6.000 millones- que se ha financiado con cargo al Fondo que puede todavía seguir financiando estos déficits esperando años mejores.

La Seguridad Social no está endeudada

A diferencia del resto de la administración pública, la Seguridad Social no está endeudada. Desde el inicio de la crisis, la Seguridad social ha perdido el 15% de afiliados y ha pasado de tener un superávit del 1,3% el 2007 a un déficit del 0,97% el 2012. La situación financiera no se ha deteriorado tanto como en otros niveles de la administración y mucho menos que en el sector del aseguramiento privado al que quieren dirigirnos.

Las pensiones privadas

La campaña contra las pensiones públicas se completa siempre recomendando que se contraten pensiones privadas, para compensar la caída de las públicas. Y se dota a estas pensiones privadas de importantes desgravaciones fiscales.

Se está intentando no sólo que las personas contraten individualmente las pensiones privadas, sino que las empresas e instituciones (en muchos casos públicas) contraten pensiones privadas para el grupo de que se trata. Esto es muchísimo dinero y además muy seguro para el banco, pues el dinero no se puede recuperar hasta la jubilación, más que en casos muy graves. Hasta ahora esta medida es voluntaria para la empresa (no para los trabajadores que no pueden renunciar a ella) pero se pretende que en unos pocos años esta práctica sea obligatoria.  (PLAN DE PENSIONES DE LA AGE).

Frente a estas recomendaciones hay que señalar:

·¿Quién puede ahorrar para contratar pensiones privadas? Muchísimas familias llegan justo a fin de mes, otras ni siquiera esto ¿Quién puede ahorrar lo suficiente para llegar a una pensión decente? Según la patronal de las pensiones Inverco para recibir una pensión mensual de 898 euros, hay que aportar un fondo de capitalización de 272.000 euros (más de 45 millones pesetas), para cobrar los 2.466 euros mensuales de pensión, hay que acumular unos 747.000 euros (más de 124 millones pesetas).

·Las pensiones privadas, que proporcionan jugosas desgravaciones fiscales favorecen sólo a quienes pueden ahorrar más, a los más ricos. Divide todavía más la sociedad entre ricos, que ahorran mucho, y pobres que no pueden hacerlo. Si no hay dinero para las pensiones públicas, ¿por qué se pueden desgravar las pensiones privadas?

·Como el dinero que se acumula para las pensiones privadas de invierte en bolsa o en otros productos financieros las pensiones privadas corren un riesgo enorme de pérdida del capital. De hecho en España ya llevan años en que las pensiones privadas valen menos cada año.

·La rentabilidad de las pensiones privadas es baja y en estos años de crisis, negativa, lo que hace que su valor disminuya en lugar de aumentar. Si se tiene en cuenta lo que suben los precios por la inflación, en muchos años la rentabilidad de las pensiones privadas no llega a compensar el aumento de los precios.

·La gestión de las pensiones privadas es muy cara, pues las instituciones financieras cobran por su gestión. Se ha calculado que en España, el coste de gestionar la pensión, lo que se paga a los bancos o cajas que las gestionan, puede llegar al 37% .

Las verdaderas razones para ‘la crisis de las pensiones’

El bienestar o la seguridad de los pensionistas no es el objetivo central de la privatización de las pensiones. La ‘alarma’ sobre los problemas del sistema de pensiones está mucho más conectada con los objetivos del capital financiero que con el sistema de pensiones. Porque las pensiones privadas pueden ser muy favorables para el capital financiero.

Los fondos privados de pensiones proporcionan flujos regulares y abundantes de recursos financieros al capital privado para negociar y obtener grandes beneficios. Los gestores de fondos de pensiones concentran en sus manos grandes cantidades de dinero. Por ello interesa aumentar las pensiones privadas. Pero esto es más difícil de lograr si se esperan unas pensiones públicas decentes, por lo que es conveniente sembrar la alarma de que no habrá dinero para  financiarlas en el futuro.

Es en estos elementos donde residen las razones profundas y verdaderas de los discursos acerca de ‘la crisis del sistema de pensiones públicas’, de la necesidad de ‘modernización del sistema de pensiones’ y del estimulo a la privatización. Por esto es por lo que se disminuyen las pensiones públicas y se estimulan las privadas, para aumentar los beneficios del capital financiero.

Las consecuencias

La disminución de las pensiones públicas aumentará la pobreza entre los pensionistas. Los políticos de la UE dicen que las pensiones en España son muy generosas. Sería interesante que ellos intentaran vivir con estas cantidades. La pensión media en España está alrededor de 858 €, la media de jubilación 982, y la de viudedad en 618. La disminución de pensiones aumentará dentro de unos pocos años la pobreza de los pensionistas y la desigualdad entre quienes tienen pensiones privadas y los que no las tienen.

Actualmente muchas familias jóvenes están viviendo de las pensiones de los padres, ¿han pensado en lo que significará la reforma para todas estas familias? Pero además, ¿qué quiere decir que hay que hacer pensiones privadas porque no hay dinero para las públicas? La riqueza de un país es la que es. O hay recursos para mantener a las personas mayores, (vivienda, pan, patatas, pescado, medicinas, etc.) o no hay para nadie. Quien y como se financia la vida de las personas no es el tema. Si no hay recursos habría que repartir los que existen. ¿Por qué quienes tienen dinero podrán disfrutar de todo, mientras que los que siempre han sido pobres habrán de morir sin nada?

¿Se puede hacer algo?

Inmediatas:

·No aceptar la idea de ‘la crisis de las pensiones’: es un problema de distribución de la renta. Una opción del sistema económico y social.

·Las pensiones no se tocan. No votaremos a quien las toque.

·No suscribir pensiones privadas.

·Plantear la reforma ante el Tribunal Constitucional (el art. 50 garantiza ‘las pensiones dignas’)

·Aumentar las cotizaciones. Si se quiere que la mayoría de la población haga fondos privados, ¿no sería lo mismo aumentar las contribuciones a las pensiones públicas? La gente tiene que pagar en un caso y en otro. ¿Por qué son mejores las privadas? Las pensiones públicas son mucho más seguras.

·Aumentar la base de cotización de los salarios altos.

·Eliminar prestaciones que no le corresponden a la SS (como las bonificaciones a la contratación).

Medio plazo:

·Mejorar el mercado de trabajo y aumentar el empleo.

·Reforma fiscal progresista.

Largo plazo:

·Avanzar hacia sistemas de mantenimiento de los ancianos no basados en el empleo.

Este texto ha sido extractado de un artículo más extenso realizado por los economistas Miren Etxezarreta, Elena Idoate, José Iglesias Fernández y Joan Junyent. Puedes leerlo íntegro en el archivo adjunto.


Fuente: CGT-CAT

¡Las pensiones no se tocan!