El Secretariado Permanente del Comité Confederal de CGT hace público un comunicado dirigido a la población cuando está a punto de cumplirse un año desde que comenzó la invasión de Ucrania por el ejército ruso y la escalada militar aumenta.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) denunciamos el reciente anuncio de Estados Unidos, Alemania y otros países europeos del envío de tanques Leopard II y Abrahams a las zonas de conflicto. El Gobierno del Estado español se suma también a esta escalada bélica en la que la industria armamentística está engordando sus beneficios, dificultando una solución pacífica a corto plazo. Una demostración más de la falta de voluntad de la “comunidad internacional” en la búsqueda de soluciones que no pasen por la profundización del conflicto armado y por tanto, en la muerte de civiles e inocentes.
Como CGT, organización pacifista y al servicio de la clase obrera, denunciamos la postura beligerante del PSOE, que alineado con los países de la OTAN no hace más que añadir dinero y armas para una guerra que se mueve en tableros geoestratégicos donde la primera víctima es la población civil. Igualmente denunciamos la postura timorata de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, por su incapacidad para detener semejante atropello, y no tener capacidad de impedir de forma firme y consecuente esta colaboración en un crimen de funestas consecuencias.
Desde el Secretariado Permanente del Comité Confederal de CGT hacemos un llamamiento a la deserción de todas las tropas implicadas en el conflicto, como única postura respetable en toda esta locura militarista. En una guerra movida por los intereses económicos de unos pocos, las pasiones imperialistas de ambos bandos y la voluntad de destrucción de las disidencias políticas en ambos países, hacemos un llamamiento a los ciudadanos de todo el mundo y especialmente de Rusia y Ucrania al abandono de las armas. Una lucha de poderes donde la insumisión a las lógicas asesinas es una obligación moral. Igualmente, hacemos un llamamiento a toda la población del Estado español para que secunden cuantas movilizaciones se convoquen contra todas las guerras y se intensifique el rechazo público a lo que está ocurriendo en el este de Europa. El conflicto bélico en Ucrania no es el único que está abierto en el mundo y en esa lucha de poderes globales en conflicto, lo que está en juego es el futuro del planeta Tierra y de la propia humanidad.
No a las guerras, no en nuestro nombre.