En la Plenaria Confederal celebrada el pasado 7 de octubre se decidió que la CGT estaría en las calles de Madrid el próximo 18 de diciembre, para en defensa de nuestras reivindicaciones sobre reformas laborales, leyes represivas, pensiones, ecología, feminismo etc., recuperar las calles para la clase trabajadora.
Desde el Secretariado Permanente reiteramos nuestro ofrecimiento a desplazarnos a cualquier Federación Sectorial, Territorial o Local que organice una Asamblea Informativa para movilizar a la afiliación a participar en la manifestación. Del mismo modo se sufragará un tercio del coste de los autobuses que ese día se desplacen a Madrid.
Es evidente que este año y medio de pandemia solo ha servido a los intereses de las clases más poderosas: Las grandes fortunas no han dejado de crecer, el fascismo ocupa los puestos de poder, los medios de comunicación e incluso las calles, por el contrario nosotras, que mayoritariamente pusimos los cadáveres en la pandemia, estamos pagando ya las consecuencias de una nueva crisis económica y social, pero parece que no estamos siendo conscientes de ello.
Europa no va a rescatarnos. Los Fondos Europeos de Recuperación es la gran mentira que nos cuentan para mantenernos en nuestras casas y que parece que mayoritariamente preferimos creer para no tener que salir a movilizarnos. Pero esta crisis, como paso ya con la de 2008, solo la van a pagar las personas trabajadoras y sus familias.
De los 140.000 millones de euros prometidos más de la mitad son préstamos que tendremos que devolver y el resto estará comprometido a reformas estructurales que Europa exigirá al estado español en materias como sanidad, educación, empleo o pensiones. Si tenemos en cuenta que del total de la recaudación de impuestos del estado solo un escaso 8% corresponde al impuesto de sociedades, siendo la principal parte pagada por las clases trabajadoras por la vía del IRPF y el IVA, un 88% del total, ya sabemos quiénes vamos a devolver el dinero a Europa. Unos fondos que de forma mayoritaria se van a repartir las grandes empresas del IBEX, para que además sigamos sin fabricar nada.
Está claro que no se van a derogar las reformas laborales, al contrario, serán modificaciones cosméticas que en muchos casos impondrán más sacrificios a trabajadores y trabajadoras. Tampoco las pensiones verán anuladas las dos últimas modificaciones legales, lejos de ello se recrudecerán más los requisitos para acceder a la jubilación. Ya estamos viendo como las distintas administraciones siguen con sus políticas de privatizar la educación y la sanidad públicas, cómo si la pandemia no nos hubiera servido de escarmiento.
Por estos motivos y muchos más es imprescindible que la CGT esté en la calle, protestando y reivindicando, en cada conflicto sectorial que sea necesario, pero también de forma unitaria para defendernos de una agresión sin precedentes que ya estamos padeciendo como clase y que se irá recrudeciendo cada día que pase. Es necesario que la CGT llene las calles de Madrid el 18 de diciembre con una sola voz: