En el día de hoy, unas cincuenta personas, delegados y delegadas sindicales y militantes de la CGT, se han congregado ante la puerta del Ayuntamiento de la capital granadina para exigir al alcalde, una vez más, la readmisión de Víctor, el compañero despedido de la subcontrata municipal
Fábricas y Drenajes.
Recordar que el conflicto comenzó en el momento en que este compañero denunció ante la Inspección de Trabajo el impago de las nóminas por parte de la Empresa, denuncia que obtuvo como respuesta el despido inmediato de este trabajador, así como amenazas de despido al resto de la plantilla en caso de que se sumaran a las movilizaciones que la CGT comenzó de forma inmediata.
Recordar que el conflicto comenzó en el momento en que este compañero denunció ante la Inspección de Trabajo el impago de las nóminas por parte de la Empresa, denuncia que obtuvo como respuesta el despido inmediato de este trabajador, así como amenazas de despido al resto de la plantilla en caso de que se sumaran a las movilizaciones que la CGT comenzó de forma inmediata.
Ya han sido varias las protestas, ampliamente secundadas, que la CGT ha llevado a cabo en la capital granadina. Las mismas no se están dirigiendo únicamente contra este empresario explotador y mafioso que a día de hoy suma el impago de cuatro mensualidades, incumpliendo incluso el mandato de la Inspección de Trabajo que le obligaba al abono íntegro de lo adeudado, sino que desde CGT nos estamos dirigiendo al Alcalde la ciudad, al entender que el Ayuntamiento no puede lavarse las manos en un conflicto laboral de una contrata municipal.
Es triste y antigua la manera de comportarse de las administraciones respecto de sus contratas, mirando hacia otro lado y considerando los conflictos laborales como asuntos privados de la empresa, obviando las condiciones precarias de las plantillas, los incumplimientos de la legislación de riesgos laborales y de la normativa laboral en general. Por eso desde CGT se exige al alcalde que intervenga en el conflicto y retire la concesión a esta empresa que incumple varias de las cláusulas del pliego de condiciones y se comporta de forma tan poco ética, más aún, mafiosa, con sus trabajadores.
Desde CGT seguiremos luchando por la readmisión de nuestro compañero
Víctor y no se descarta, en caso de que el conflicto no se resuelva, tomar otras medidas de presión, como los encierros o la huelga de hambre.
Agradecer por último el apoyo recibido desde todos los puntos del estado de los diferentes entes confederales. La unión, la solidaridad y la lucha, valores propios de la CGT, se convierten hoy en día en herramientas indispensables para oponernos a la injusticia y a la precariedad así como en maneras de actuar que cada vez más gente identifica como propias y necesarias.
Si nos tocan a uno, nos tocan a todas.
Ahora, como siempre, la lucha es el único camino.