Si pudiésemos viajar a través del tiempo hasta llegar al 3 y 4 de mayo de 2006, en las calles de Texcoco y San Salvador Atenco y observar la escena como si pudiésemos ser simples espectadores, de nuevo sentiríamos náuseas viscerales de ver un operativo policial de 3000 policías cazando literalmente a todo lo que se moviese, ya fuese persona o perro.
Allí olía a sangre, a represión y a muerte. Allí olía a Enrique Peña Nieto. Si, el mismo que hoy (des)gobierna México como presidente del país. Él fue el cerebro político de la represión de Atenco, así como el principal responsable también de la represión del 1 de diciembre de 2012 en su toma de posesión como presidente, bien lo sabe nuestro compañero adherente a la Sexta Francisco Kuykendall Leal a quien la policía federal agredió brutalmente, con especial saña, aquél reciente día.
Allí olía a sangre, a represión y a muerte. Allí olía a Enrique Peña Nieto. Si, el mismo que hoy (des)gobierna México como presidente del país. Él fue el cerebro político de la represión de Atenco, así como el principal responsable también de la represión del 1 de diciembre de 2012 en su toma de posesión como presidente, bien lo sabe nuestro compañero adherente a la Sexta Francisco Kuykendall Leal a quien la policía federal agredió brutalmente, con especial saña, aquél reciente día.
Hoy, 8 de marzo de 7 años más tarde, la Red contra la Represión y por la Solidaridad ha emitido un comunicado por el cual se anuncia que las mujeres de Atenco, denunciantes de tortura sexualizada cometida por los elementos policíacos a las órdenes del déspota arriba mencionado, ya tienen fecha de audiencia testimonial en presencia de una delegación del Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Será el próximo jueves 14 de marzo.
Ese día todas y todos debemos tener la atención puesta en Washigton. El Estado defenderá presumiblemente que esta legitimado para imponer su ley y su orden a costa de lo que sea necesario. Las mujeres denunciantes expondrán sus razones por lo que han resistido éstos largos y duros años: que se reconozca la verdad y, además, que cada quien asuma su responsabilidad al más alto nivel. ¿Dónde quedará la reparación del daño el 15 de marzo?
Si la lucha ha valido el dolor y el desgarro y si la lucha logra trascender los rígidos parámetros de la justicia oficial en cualquiera de sus instancias ha sido, justamente, por esa ansia rebelde de señalar, de desnudar, los mecanismos de la represión política que ejerce el Estado contra cualquier persona u organización que le contradiga en su pensamiento único.
Que la justicia no se garantiza en las altas esferas jurídicas nos ha vuelto a quedar muy clarito este miércoles 6 de marzo al negar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la asunción del reconocimiento de inocencia presentado a favor del profesor chiapaneco Alberto Patishtán Gómez. La lucha de las mujeres de Atenco, como la de Pathisthán, va mucho más allá. Va por recobrar su soberanía en todos sus espacios y territorios como mujeres que son, frente a una hostilidad misógena sin tregua. Va por tejer con autonomía redes personales y colectivas que nos permitan construir relaciones que superen el actual estado de las cosas.
Desde la CGT queremos mandar un abrazo fraterno a todas las compañeras y decirles una vez más que no están solas. Ellas lo saben, pero debemos recordarlo bien alto en este momento tan especial.
Así mismo, y como propuesta de movilización y apoyo a su lucha, lanzamos una propuesta abierta a todas aquellas personas y organizaciones que deseen colaborar en la visualización de la denuncia de estas mujeres: la difusión por el medio que se considere más adecuado del proyecto “Mirada Sostenida” de Liliana Zaragoza Cano, el cual se encuentra en www.miradasostenida.net
¡Vivan las mujeres de Atenco, vivan las mujeres indomables!
Confederación General del Trabajo (CGT) del Estado español. 8 de marzo de 2013
Fuente: CGT Chiapas